Poesía: Viernes Santo

Tu madero
me llegaba, Señor, desdibujado.
Eludía contornos.
Cualquier forma concreta me arañaba el espíritu.
Pero, a pesar de ello,
tu madero, Señor, se perfilaba
en el cordial ambiente de la tarde.
Aquel niño que al viento
lanzaba su molino
de papel y colores
lo acercaba a mis ojos. Los hería de pronto.
Aquellos seres mínimos y tuyos,
que estrenaban vestidos
para festejarte,
me traían tu voz.
Aligeraba el paso (oh Señor, caminar en distancia
sin sonidos hirientes
por lo azul de mis venas),
pero tu voz seguía persiguiéndome
por el asfalto sin circulación.
Tus palabras,
tus últimas palabras del Calvario,
eran el aire que me circundaba.
No respiraba apenas.
Me dolía tragarlas. Unirlas a mi sangre miserable.
Acaso,
una sola vibró
en el aliento turbio. Suspendida.
Cuando tuviste sed
dijiste: ELVIRA.

Autora: Elvira Lacaci (1928-1997).

Deja un comentario

Otros artículos interesantes para ti...

San Vicente

Por: Juan Ferrando Roig | Fuente: Año Cristiano (2002) Diácono y mártir (+ 304) La situación de la Iglesia hacia el año 300 no podía ser más halagadora.

Leer más »

San Lorenzo Justiniano

Por: Antonio Montero Moreno | Fuente: Año Cristiano (2002) Obispo (+ 1456) Henos aquí ante una vida compleja y llena de contrastes, difícil de encuadrar en un estilo

Leer más »

San Rigoberto de Reims

Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002) Obispo (+ 743) Profesó de joven la regla benedictina en el monasterio de Orbais, del

Leer más »

Beato Segismundo Gorazdowsi

Por: José Ignacio González Villanueva, OSB| Fuente: Año Cristiano (2002) Presbítero (+ 1920) Segismundo Gorazdowski nació en Sanok (Polonia) el 1 de noviembre de 1845. Su familia había

Leer más »