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LA DEMORA DE DIOS
Dios responde todas las ocasiones, aunque no siempre de la manera esperada. Rara vez Dios tiene prisa o esta apurado, lo cual se ve en su Creación: tarda en hacer un bebé, una flor, un árbol o un atardecer, o incluso una brizna de hierba. No se puede apurar a Dios. Hay que aguardar a que llegue el momento determinado por Dios.
A veces Dios demora la respuesta a una oración hasta que hayas aprendido algo
que Él quiere enseñar. O a veces espera hasta que se produzcan las condiciones
propicias para el resultado que quiere lograr: Como el caso de aquel hombre de
la Biblia que era ciego de nacimiento. Tuvo que ser ciego toda su vida para que
todos lo supieran, y así llegar cierto día Jesús lo sanara prodigiosamente, y
Dios fuese glorificado.
En ciertos casos, tal vez transcurran años hasta que sepan porque Dios no
respondió del modo que esperabas, o cuando se lo pediste, ¡ pero el día llegara,
y sabrás que Dios actúo acertadamente! ¡Espera en el Señor!
¡La oscuridad más densa es antes del amanecer, y la mayor desesperación ocurre
justo antes de la Salvación! ¡La más profunda desesperanza ataca justo antes de
ser rescatado! Por eso, no dudes ni por un instante de que Dios te contestara
¡Ya veras que lo hace! ¡Confía en El y dale gracias por la respuesta aunque no
la veas de inmediato! después te alegraras de haber confiado en Él.
Pastoral Juvenil