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SER PADRES COMPROMETE
No es
extraño que el mundo parezca de locos y que todo se esté
desmoronando.
¡Si formar a los hijos y conducir el hogar está resultando una labor titánica!
Pero por ahí se está resquebrajando el mundo, ¡ y por ahí hay
que empezar a salvarlo! Se necesita armazón en el hogar,
claridad en los criterios y sostén en los hijos. Los padres
están perdiendo las armas espirituales y no saben luchar.
El padre y muy probablemente la madre salen desde temprano. El
día es para el trabajo. La mente, para la oficina. La tarde,
para lo más urgente de la casa. Y la noche para el cansancio.
A los hijos les toca lo que sobra de todo este oleaje, la resaca
de todas estas tormentas y tensiones.
Ese es el hueco que nadie puede llenar ni suplir…Se rompen
ligamentos en la estructura del hogar y todo queda como
desarticulado.
No es extraño que el hijo declare tantas guerras dentro del
hogar, si está acostumbrado a ver guerrear desde que nace.
No es extraño un hijo solitario, rebelde, arisco, sin no ha
visto el entendimiento y la armonía.
No es extraño que su conducta no sea franca, directa, abierta,
sino de disimulos, de mentiras, de silencios…si ha visto la
hipocresía como norma de vida.
No es extraño verlo apartado de la religión, si en casa nadie
practica la Palabra de Dios.
No es extraño que pierda los frenos a la edad de los amarres…y
la pasión lo tiente, y el vicio se los lleve, si nadie lo está
aconsejando ni pasando su crisis junto a él.
No es extraño un hijo “enigma”, introvertido, extravagante, si
vive bajo el misterio de la falta de madre y de la falta de
hogar.
Hacemos rendir el dinero, ¡pero pasamos impasibles la vida!
Yo sé que los padres tienen dentro un caudal enorme, pero lo
están abasteciendo muy poco, y de ese poco, la mitad son aguas
muertas.
Yo sé que el hijo es un campo para mucho fruto, pero regado a
cuentagotas, ni madura bien, ni crece a tiempo.
El problema no es de leyes, sino de padres…El problema no es de
escuela, sino de hogares…El problema no es de sermones, sino de
ejemplo…El problema no es el ambiente que reina afuera, es el
clima moral que se respira dentro….
El hogar pasa tantas horas vacío, que ya no es una frontera protectora. Si tu hijo no tiene a sus padres a su lado, ¿de que te sirve haberlo tenido?
Zenaida Bacardí de Argamasilla
Pastoral Juvenil