Cosas que vale la pena leer...Comunidad parroquial de San Miguel Arcangel, Coyuca de Benitez Gro.

 

 

 

HACIENDO EL BIEN


Esta vez vamos a tratar algo interesante, el hacer el bien. Dios desde el principio ha querido que vivamos en una comunidad de alegría y fraternidad sincera, donde lo único que importa es el bienestar del prójimo y con ello de uno mismo.

Al hacer el bien, nunca veamos a quien se lo hacemos, sea pobre o rico, enfermo o sano, lo importante es ayudar en lo posible a nuestros hermanos, a nuestros prójimos. Y tampoco esperemos a que nos paguen por haber hecho ese bien, porque si queremos que nos paguen, donde quedara la alegría y el sacrificio de haber hecho el bien a alguien. Jesús nunca pidió algo material a cambio de curar a todos los enfermos que le llevaban, solo pidió que creyeran en El y en su Padre.

En el siguiente relato veremos como una simple ayuda a un prójimo dio a la humanidad entera la posibilidad de subsistir en contra de las enfermedades.


Su nombre era Fleming y el era un pobre agricultor ingles. Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano. Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo. El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible.

Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor. Un noble inglés, elegantemente vestido, bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.

- "Yo quiero recompensarlo", dijo el noble inglés. "Usted salvó la vida de mi hijo".

- "No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice", respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta. En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.

- "¿Es ése su hijo?", preguntó el noble inglés.

- "Sí", respondió el agricultor lleno de orgullo.

- "Le voy a proponer un trato, déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación... si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso".

El agricultor aceptó.

Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming se graduó de la Escuela de Medicina de St. Mary's Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo: el notorio Sir Alexander Fleming, descubridor de la Penicilina.

Algunos años después, el hijo del noble inglés, enfermó de pulmonía.

¿Qué lo salvo?: La Penicilina.

¿El nombre del noble inglés?: Randolph Churchill.

¿El nombre de su hijo?: Sir Winston Churchill.

 

Así que no dudes en hacer el bien, ya que la recompensa tal vez no la tengamos aquí en la Tierra, pero en el cielo es seguro que si, así que ánimo y a trabajar!!!



Pastoral Juvenil

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