La Cuaresma un tiempo fuerte
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La Cuaresma es un tiempo que podemos calificar como fuerte, oportuno, importante en la vida cristiana comunitaria y personal. Nos recuerda los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto haciendo oración antes de lanzarse a predicar la Buena Nueva.
El número cuarenta en la Biblia es símbolo de plenitud, de totalidad; por eso lo encontramos en muchos relatos.
Antiguamente estos cuarenta días que preceden a la celebración de los grandes acontecimientos de la vida de Jesús, su pasión, muerte y resurrección, se vivían con grandes penitencias, sobre todo ayunos y abstinencia de carne.
La Cuaresma es un tiempo dedicado a vivir los compromisos bautismales: Morir al pecado y resucitar con Cristo. Los medios para conseguido son la conversión, la escucha de la Palabra de Dios, la caridad fraterna, la oración y la fidelidad al Señor
Para vivir mejor la Cuaresma vamos a reflexionar sobre ella.
Símbolo:
Materiales: Flores y dos floreros.
Presentación: Dos floreros vacíos sobre una mesa.
Dinámica: Dos personas van dejando caer flores por el suelo al enumerar las divisiones. Posteriormente, a cada petición de perdón, otras las recogen y las colocan en los floreros.
ELEMENTOS CELEBRATIVOS
Presentación.
Existe mucha división. No hemos conseguido aquel deseo de Jesús: "Que todos sean uno. Como Tú, Padre, estás en mí y yo en Ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado" (Jn 17,2 l).
Las divisiones llegan a ser escandalosas e insultantes. Hay división entre países del Norte y del Sur, entre razas, entre naciones próximas, entre pueblos, entre ricos y pobres, entre vecinos, entre familias, entre padres e hijos, entre grupos cristianos, en nuestro interior mismo. Somos como esas flores, hermosas en sí mismas, cada una por separado; pero más bellas formando conjunto en un precioso ramillete. Tiradas por el suelo, no sirven para nada; dan pena.
Aplicación del símbolo
Los presuntuosos constructores de la bíblica torre de Babel, que intentaban escalar el cielo; bajaron al abismo de la desunión y de la dispersión. La soberbia es un mal cimiento en cualquier empresa colectiva.
Dios nos hizo para vivir unidos. Creó al hombre y a la mujer para que se juntaran y se ayudaran. Nos hizo seres sociables, responsables y solidarios unos con otros. Jesús nos recomendó la unión como signo de pertenencia al grupo de sus seguidores y como testimonio de autenticidad.
Nos salvaremos en racimo, como familia de hermanos, cuyo Padre es Dios. No podemos desentendernos de los demás y, menos aún, de los necesitados, los débiles y los enfermos.
Palabra de Dios.
"Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta los cielos... Y Yahvéh dijo: Bajemos y confundamos su lenguaje, para que no se entiendan unos con otros... Por eso se la llama Babel, confusión de lenguas y dispersión que ordenó Yahvéh" (Gn 11,4‑9).
(Silencio de reflexión)
Plegaria.
Ante el Señor que conoce nuestros pensamientos y nuestro corazón, pedimos perdón por nuestras divisiones y distancias. Repetimos: Perdón, Señor, perdón.
‑ Señor, Tú nos hiciste hermanos, complementarios unos de otros; y nosotros hemos aprovechado las diferencias no para enriquecernos mutuamente, sino para sobresalir y distanciarnos.
‑ Señor, Tú creaste los bienes de la tierra para que los compartiéramos según la necesidad de cada uno; y nosotros los hemos acaparado, olvidando la situación de indigencia de los otros.
‑ Señor, Tú nos diste una familia en la cual florecer y un pueblo para convivir en el amor; y nosotros, apartándonos de tu sabia voluntad, elegimos el camino del enfrentamiento y de la violencia.
‑ Señor, Tú nos has entregado la creación para que la mejoremos y la llevemos a su perfección; y nosotros, por afanes inconfesables, la estamos deteriorando, sin sentido de justicia y de solidaridad.
‑ Señor, Tú nos hiciste a tu imagen y nosotros nos deshonramos dejándonos arrastrar por los bajos deseos.
Oración:
Señor, Tú nos perdonas y nos ayudas a construir la unidad. Te pedimos que la belleza de estos ramos de flores sea símbolo de la unidad que va a existir siempre entre nosotros, con tu bendición y ayuda. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Motivación al Padre Nuestro
La forma y medida en que ama y perdona el Padre, es el modelo de referencia que nos propone Jesús a sus seguidores. La invitación y el reto que nos hace es éste: "Sed perfectos como vuestro Padre". Como Él tenemos que estar al servicio de la vida y del amor.
"Padre nuestro que estás en los cielos: Padre que no eres de esta tierra, pero que estás en esta tierra, porque eres nuestro, te podemos poseer. No nos abandones en la tentación. No nos dejes expuestos al placer, al consumo, a la pura ciencia, a la pura filosofía, al puro humanismo, a los valores dominantes, a los partidos, al cansancio, al aburguesamiento que traen los años... Y cuando estemos juntos que ésta sea nuestra oración" (P. Loidi) |
Rezamos juntos el Padre Nuestro
Pastoral Juvenil Coyuca