Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002)
Obispo (+ 496)
Este santo obispo desarrolló una admirable actividad a favor de la Iglesia y de los pueblos en un tiempo sumamente difícil, pues fue el tiempo de la invasión de los bárbaros.
Había nacido en Pavía en el seno de una familia acomodada y de niño fue admitido por el obispo Crispín en el clero diocesano, en el que fue subiendo según los grados, ordenándose de diácono el año 458 a la edad de veinte años. Dedicado a la oración, al estudio de la sagrada Escritura y al cumplimiento de sus deberes, se acreditó de tal modo que, antes de morir, el obispo Crispín lo recomendó al metropolita de Milán como su mejor sucesor. Y en efecto el año 466, a la muerte de Crispín, fue consagrado obispo de Pavía.
De su labor como obispo se ha subrayado la serie de útiles embajadas que desempeñó ante diversos tronos, siempre para utilidad común, resaltando la que cumplió ante el rey Gundobaldo de los burgundios, obteniendo la libertad de seis mil prisioneros.
Fue muy sobresaliente su labor de reconstruir Pavía tras la tremenda devastación causada en la ciudad por el enfrentamiento entre los ejércitos de Orestes y Odoacro. Epifanio derrochó caridad e inventiva para que llegara ayuda a todo tipo de persona.
Su calidad humana y religiosa fue reconocida por todos y verdaderamente brilló como un gran pastor de la Iglesia de su tiempo. Estando en una embajada en Rávena enfermó, pero pudo llegar a Pavía donde entregó su alma a Dios el 21 de enero del año 496.