Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002)
Obispo (+ ca.765)
Es sabido que Pipino lo utilizó en 760 como embajador suyo ante el rey de los longobardos, Desiderio, para que éste se aviniera a restituir a la Iglesia romana tierras que la había arrebatado. El papa San Pablo I dio las gracias a Pipino por este buen oficio y llama a Remigio persona amable a Dios.
Amante de la sagrada liturgia, tenía mucho interés en la introducción en su iglesia del canto gregoriano, y para ello se trajo de Roma al maestro de coro Simeón, y cuando éste hubo de volver a Roma, envió a la Ciudad Eterna a varios monjes que se impusieran bien en el canto gregoriano. Se dice que Remigio influyó en la extensión por Francia del rito y del canto litúrgico romanos.
Asistió a la celebración del Sínodo de Attigny el año 765.
Remigio tenía fama de santo entre sus diocesanos, que alababan de él sus virtudes y celo sacerdotal, y por ello muy poco después de su muerte, el 19 de enero de 772, comentó a tener culto como tal santo. Su cuerpo fue trasladado un siglo más tarde a Soissons, al parecer a causa de las invasiones normandas, pero en el año 1090 fueron devueltos sus restos a Ruán, y cuando los hugonotes tomaron la ciudad en 1562 echaron sus reliquias a una hoguera.