La barca

Por: Pbro. Juan Felipe Escobar Escobar | Fuente: Signos de Dios

Dios en tu vida es: ¿conductor? ó ¿pasajero?

Biblia: Mt 14, 22-33; 8, 23-26; Mc 4, 36-41; 6,48-51; Lc 8, 22-25; Jn 6, 17-20; Ro 8, 35

Actividad: Dibujar tres escenas diferentes en medio del mar. Primera escena: el Señor conduciendo una barca con un niño abordo. Segunda escena: un joven llevando el timón de la barca y el Señor abordo. Tercera escena: el Señor manejando la barca y un anciano a bordo.

Reflexión: ¿Qué significa la obra? Esa es nuestra vida: cuando somos niños confiamos en Dios y aunque vengan borrascas terribles no tememos. Cuando jóvenes nos fiamos de nuestra inteligencia y propias fuerzas dejando a un lado a Dios. Y cuando somos ancianos cansados y con limitaciones humanas ya nos toca dejarnos llevar por Dios.

Experiencia: Una gran embarcación de pasajeros se encontraba en mar abierto en medio de una tormenta y el mar sumamente agitado. Todos los tripulantes se angustiaron y empezaron a desesperarse, excepto un niño que jugaba con tranquilidad mientras todos estaban llenos de pavor. Alguien preguntó al niño: – ¿Acaso no tienes miedo a que se hunda este barco? Respondió el niño: – No tengo miedo porque mi papá es quien está manejando este barco y él no me deja hundir.

Al otro extremo estaba un hombre de rodillas suplicando a Dios, todos se sorprendieron porque él antes se decía ser ateo, entonces le preguntaron:

  • ¿Tú no decías pues que eras un incrédulo?, ¿qué Dios era una farsa, la religión un engaño y todo creyente un ingenuo?

A lo cual respondió:

  • Eso es verdad, pero eso lo dije en tierra firme.

.Frase: “Quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta”. (Santa Teresa de Jesús)

Pregunta: ¿En que momentos de mi vida he sido yo o he tenido que dejar a Dios ser el capitán de mi nave? ¿En una enfermedad? ¿En una persecución? ¿En la pobreza?

Oración: Dios mío, se Tú el capitán de mi vida, para que no naufrague en las tinieblas del sin sentido y la desesperanza, penetra en lo más profundo de mi ser para que pueda vencer lo miedos y confiar plenamente en ti. Por eso Señor conduce siempre mi barca según tu voluntad. Amén.

Jaculatoria: Mi Dios y mi todo, conducid mi vida.

Deja un comentario

Otros artículos interesantes para ti...

Nuestra Señora Aparecida

Corre el año 1716 cuando, en el río Paraíba, tres pescadores trataban de ganarse la vida, pero no conseguían pesca. Fue entonces que alzaron de

Leer más »

Poesía: Oh Cristo

Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustiasin que yo me angustie y llore;ya

Leer más »