Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
Al cielo sube,
Por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
Con pecho grande,
Y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
Nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
Que siempre dura;
Fiel y rico en promesas,
Diosno se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
Pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
Mantenga el alma,
Que quien cree y espera
Todo lo alcanza
Del infierno acosado
Aunque se viere,
Burlará sus furores
Quien a Dios teme
Vénganle desamparos,
Cruces, desgraciadas;
Siendo Dios su tesoro,
Nada le falta
Id, pues, bienes del mundo;
Id, dichas vanas;
Aunque todo lo pierda
Sólo Dios basta.
Autora: Santa Teresa de Jesús de Ávila (1515-1582).
De: Obras completas. Biblioteca de Autores Cristianos, S.A. Madrid 1986. págs. 654-670.