Poesía: Oh Cristo

Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!

En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!

¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
¡oh Cristo!

Autor: Amado Nervo (1870-1919).

Deja un comentario

Otros artículos interesantes para ti...

El liderazgo de Jesús

Que toda la comunidad comprenda cómo se vive el liderazgo en una comunidad cristiana y elija a sus coordinadores y ore por ellos. Grupo de

Leer más »

San Juan Calibita

Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002) Asceta (f s. v) En la famosa Isla Tiberina de Roma hay una iglesia dedicada a San Juan

Leer más »

Santos Julián y Basilisa

Por: Valentín Soria | Fuente: Año Cristiano (2002) Mártires (+ ca. 304) La familia de Julián vivía en la ciudad de Antioquía, durante el siglo IV. Él recibió

Leer más »