Poesía: Oh Cristo

Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!

En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!

¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
¡oh Cristo!

Autor: Amado Nervo (1870-1919).

Deja un comentario

Otros artículos interesantes para ti...

San Melquíades

Por: Melquíades Andrés Martín | Fuente: Año Cristiano (2002) Papa (+ 314) El pontificado de San Melquíades dura tres o cuatro años de extraordinaria intensidad. Marca el fin

Leer más »

Beato Pedro Donders

Por: J. I. González Villanueva, OSB | Fuente: Año Cristiano (2002) Presbítero (+ 1887) El «Apóstol de los leprosos» se le denomina no sólo al padre Damián (1840-1889)

Leer más »
light city art building

La Iglesia que yo amo

La Iglesia que yo amoes la Santa Iglesia de todos los días.La encontré, peregrina del tiempo,caminando a mi lado:la tuya,la mía,la Santa Iglesia de todos

Leer más »