Beata María Teresa Fasce

Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002)

Virgen (+ 1947)

Nace en Torrigia, en la región italiana de Liguria, el 27 de diciembre de 1881 y se llamaba originariamente María Juana. De su familia recibe el impulso religioso que ya de pequeña la hacía ser piadosa y recogida. En su adolescencia madura su vocación religiosa y deseaba precisamente ser religiosa agusana. Aunque había monasterios agustinos más cercanos ella decide entrar en el famoso monasterio de Santa Rita en Casia y así lo hace en 1906, consagrándose a Dios mediante los votos religiosos. Elegida maestra de novicias primero, vicaria más tarde y priora en 1920, ya luego no hubo forma de que se eligiera otra, pues todo el tiempo de su vida las monjas la reeligieron una vez tras otra.

La M. María Teresa transformó el monasterio. Ante todo pidió que el cumplimiento de la regla fuese perfecto, pero, además, quiso hacer de él, y lo consiguió, un foco de espiritualidad mediante la difusión de la devoción y el culto a Santa Rita, para lo cual organizó numerosas acciones, siendo de relieve el nuevo templo y el orfanatorio, erigido en 1938, como gran obra de caridad. Llena de virtudes y alabada de todos murió en Casia en su monasterio el 18 de enero de 1947. Fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 12 de octubre de 1997.

Deja un comentario

Otros artículos interesantes para ti...

Santa Genoveva Torres Morales

Por: María Encarnación González Rodríguez | Fuente: Año Cristiano (2002) Virgen (+ 1956) Santa Genoveva Torres Morales fue una religiosa cuya vida estuvo marcada, desde la

Leer más »

Santos Julián y Basilisa

Por: Valentín Soria | Fuente: Año Cristiano (2002) Mártires (+ ca. 304) La familia de Julián vivía en la ciudad de Antioquía, durante el siglo IV. Él recibió

Leer más »

San Rigoberto de Reims

Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002) Obispo (+ 743) Profesó de joven la regla benedictina en el monasterio de Orbais, del

Leer más »

Poesía: Oh Cristo

Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustiasin que yo me angustie y llore;ya

Leer más »