Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002)
Obispo (+ ca.765)
Era hijo natural de Carlos Martel y hermano, por tanto, de Pipino el Breve. No se sabe mucho sobre su vida con anterioridad a su elección para la sede de Ruán, efectuada en el año 755, es decir, cuando ya su hermano llevaba cuatro años de rey. Pero se cuenta de él que su hermano lo había enviado a Fleurysur-Loire a recoger las reliquias de San Benito y llevarlas de nuevo a Montecassino, pero se dice que había quedado ciego al abrir la caja donde se guardaban las reliquias y que fueron las oraciones del abad las que le devolvieron la vista.
Es sabido que Pipino lo utilizó en 760 como embajador suyo ante el rey de los longobardos, Desiderio, para que éste se aviniera a restituir a la Iglesia romana tierras que la había arrebatado. El papa San Pablo I dio las gracias a Pipino por este buen oficio y llama a Remigio persona amable a Dios.
Amante de la sagrada liturgia, tenía mucho interés en la introducción en su iglesia del canto gregoriano, y para ello se trajo de Roma al maestro de coro Simeón, y cuando éste hubo de volver a Roma, envió a la Ciudad Eterna a varios monjes que se impusieran bien en el canto gregoriano. Se dice que Remigio influyó en la extensión por Francia del rito y del canto litúrgico romanos.
Asistió a la celebración del Sínodo de Attigny el año 765.
Remigio tenía fama de santo entre sus diocesanos, que alababan de él sus virtudes y celo sacerdotal, y por ello muy poco después de su muerte, el 19 de enero de 772, comentó a tener culto como tal santo. Su cuerpo fue trasladado un siglo más tarde a Soissons, al parecer a causa de las invasiones normandas, pero en el año 1090 fueron devueltos sus restos a Ruán, y cuando los hugonotes tomaron la ciudad en 1562 echaron sus reliquias a una hoguera.