La Ascensión posibilidad de comunicación. Reflexión Ascensión del Señor (A)

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

Conclusión del santo evangelio según san Mateo 28,16-20.

¿La pasión del Señor fue un fracaso? No. ¿La muerte del Señor fue una derrota? No. Y ante estos no, existe un sí que contrapone la respuesta. La muerte del Señor se convirtió en una victoria con su Resurrección y la pasión del Señor en un éxito con su Ascensión. Un éxito que significa que Él pertenece completamente a Dios. Cristo no se ha alejado de nosotros, sino que ahora está cerca de cada uno de nosotros para siempre.

Jesucristo en esta liturgia de la Palabra nos ofrece un camino sobre las habilidades comunicativas. Primero, Jesús les dice a sus discípulos que vayan a un monte en Galilea y ellos van, eso nos hace entender que ellos están en una escucha activa y atenta del Maestro, es decir, que implica los cinco sentidos en función de esta tarea. Luego los discípulos utilizan el lenguaje no verbal por medio del signo de postrarse como expresión de adoración o con la duda que es el medio de preguntarse cuando se está asombrado. Después, Jesús se acerca a ellos y establece un diálogo por medio del lenguaje verbal, es decir que Jesucristo hace una validación emocional y empatiza con sus discípulos. La validación emocional es valiosa porque el otro se siente reconocido y la empatía procura el ser comprendido. Sin duda Jesús es creíble y esto genera su autoridad en lo que dice y también es capaz de persuadir a sus oyentes, no por la retórica sino por la existencia que se ha consumado en favor de los hombres.

¿Por qué hablar de comunicación en una solemnidad como la Ascensión? La respuesta se enmarca en el mundo de las relaciones humanas. Dios se ha querido revelar a los hombres tal cuál es Él por medio del lenguaje humano; su encarnación es una respuesta al comunicarse de Dios, Jesús es la Palabra definitiva que Dios tenia que decir al mundo; con sus enseñanzas y su vida pública con habla del vivir en comunicación con Dios y nos anuncia su gran mensaje: el Reino de Dios; con su Resurrección nos ofrece la esperanza de la comunicación que jamás terminará: el cielo; con la Ascensión nos ofrece la misión de comunicar a los otros lo que hemos vivido con Él y con Pentecostés nos ofrece la Iglesia como un lugar de diálogo con Dios.

Lo anterior nos debería hacer pensar cómo está siendo nuestra comunicación con nosotros mismos, con los demás y con Dios. Sin duda, Jesús también nos ofrece poder entrar en el mundo de la comunicación profunda aquella que Él nos ofrece y que nosotros podemos brindarle a otros. Jesús dice que se le ha dado todo poder sobre el cielo y la tierra. Él no está haciendo un acto de mostrar su poder por soberbia, sino que está intentando conquistarnos. El cielo y la tierra no solo pertenecen a lugares geográficos, sino que también son estados del alma. El cielo es lo que nos inspira, lo que nos hace soñar, es la esperanza de lo que parece estar lejano pero que siempre ilumina la vida; la tierra es aquello que podemos pensar, razonar y sentir; desde está interpretación podríamos decir que Jesús tiene el poder del cielo y la tierra, pero en momentos necesita de la libre opción para que Él reine en nosotros. Nosotros somos el cielo y la tierra donde el desea reinar. Nosotros somos el cielo donde Él desea ascender. Nosotros ascendemos a Dios cada que somos sus discípulos, pero también cada que comunicamos a los demás que somos el cielo donde Dios desea ascender.