Patrona de Panamá
La imagen de la Santísima Virgen María se encontraba en una capilla lateral de la Catedral de Sevilla-España. Dicha catedral fue reconstruida en el siglo XIV, conservándose la imagen. Así vino a llamársele Santa María de la Antigua (es decir, de la Antigua Catedral).
Santa María La Antigua fue la primera advocación llegada al Istmo de Panamá en 1510 y establecida primero en un poblado de Darién. Esto ocurrió cuando ese año llegaron Vasco Núñez de Balboa y el Bachiller Martín Fernández de Enciso. Le habían prometido a la Virgen María ponerle su nombre a un poblado si salían con vida de una feroz batalla que tuvieron con los nativos. Así fue como, tras la victoria, al poblado del cacique Cémaco le pusieron el nombre de Santa María La Antigua.
El 9 de septiembre de 1513, el Papa León X crea la primera diócesis en Tierra Firme en Santa María la Antigua y la capilla de la Virgen es elevada al rango de catedral. Esta nueva diócesis era sufragánea de la Arquidiócesis de Sevilla.
El 15 de agosto del 1519 se funda la Ciudad de Panamá y se honra a Nuestra Señora del Verano o de la Asunción. Pero en 1524 la diócesis de Santa María la Antigua se trasladó a la recién fundada ciudad de Panamá. La advocación también se traslada y Santa María la Antigua pasa a ser, por continuidad eclesiástica, la titular de la capital de Panamá y patrona del Reino de Tierra Firme del Sur de Castilla del Oro, Panamá. Al principio todo el país era una sola diócesis. Hoy día (año 2020) Panamá cuenta con una arquidiócesis, cinco diócesis, una Prelatura Territorial y un Vicariato Apostólico.
Hace unos años, se quitó de la Catedral Metropolitana el óleo de escuela quiteña dedicado a la Asunción, y fue sustituido por uno de La Antigua.
El cuadro de Nuestra Señora de las Mercedes, de medio cuerpo, fue traído a Panamá en el siglo XVII. Se cuenta que cuando el pirata Henry Morgan asaltó e incendió la ciudad en 1671, el cuadro permaneció intacto, a pesar de que casi toda la población fue destruida. En 1990 los encargados de esa parroquia lo quitaron y cerraron la capilla (el primer edificio de piedra construido en la nueva Panamá y en donde primero se ofició misa) para «restaurarlo». La cosa es que no se sabe el paradero del óleo salvado del incendio de la vieja Panamá y aparte, nadie sabe el paradero del ajuar que llevaba en orejas, anillo y collar ni la corona de oro y el camafeo.