¡Yo te abrazaré!

«Te abrazaré», es una bellísima canción que el 26 de abril de este año ha publicado los Legionario de Cristo en su canal de YouTube, la letra es de Eduardo González LC. En la canción se desarrolla una pedagogía de la esperanza que te invito a que practiquemos en estos días que el Señor nos permite vivir.

El dolor nos hace compañeros

Al inicio suena una oración que estremece el corazón, «Íbamos por la vida cada quien con su dolor. Hoy sufrimos lo mismo y tu dolor lo cargo yo». Todos llevamos un dolor en la vida, algo que nos aqueja, nos agobia, nos entristece. Sin embargo, cuando pasamos por un dolor común, entramos en el misterio del dolor compartido en el cual todos cargamos un poco y hacemos más liviano el peso de los demás. Nos preguntaremos ¿cuál es el secreto para que el dolor se aliviane?, pues el secreto es estar presente y ser solidario con los otros, el vivir en la empatía, aquella actitud que permite comprender al otro y ofrecerle lo que somos.

El miedo y el miedo en el corazón

Continúa diciendo «Escondidos en casa con miedo en el corazón, pero hemos descubierto la grandeza del amor». El miedo nos ofrece muchas posibilidades y nos enseña la belleza de ser personas, la belleza de la fragilidad, pero cuando se aloja en el corazón nos derrumba la esperanza de la salvación, porque le roba el puesto al amor. La distinción entre el miedo y el miedo en el corazón es uno nos hace reaccionar en función del vivir, en cambio el alojado en el corazón nos corta la vida porque nos encierra y nos aparta. ¡Ese es el miedo que el Señor desea romper!

Descubrir la grandeza del amor es el único antídoto posible ante un corazón encerrado en el miedo, porque el amor todo lo explica, eso sí, en su propio lenguaje, el lenguaje de un corazón que describe las vivencias, las pasiones y las acciones que se desarrollan en busca del equilibro del interior, en busca del sentirse amado y ser amado. Solo si nos dejamos amar por Dios nos liberaremos de nuestros miedos en el corazón, pero solo si nos amamos a nosotros mismos podremos liberar a otros de los miedos que le roban espacio a la vida.

Nos abrazaremos por la comunión

El coro repite «Y cuando nos encontremos, yo te abrazaré y contigo cantaré y viviré». Todos anhelamos el momento de volvernos a ver, pero ¿ya planeamos que haremos? No hay mejor plan que abrazar a los seres que amamos porque es el misterio de la comunión, antes eran dos personas que conservaban un espacio de distancia, pero cuando se abrazan se de la unión de dos corazones y ya son uno solo. Pero también cantaremos, porque será la manera en la cual el arte sale a relucir y muestra el esplendor de un alma que se siente viva porque encontrado a otro ser. Sin embargo, lo más importante es que viviremos juntos, ese será nuestro gran reto, el reto de vivir en comunidad, de nada poseer, ni siquiera a nosotros mismos. Lo mejor de vivir juntos es que no encontraremos soluciones sino salvación.

¡No necesitaremos mascaras!

«Ya no iremos tan de prisa, nos quitaremos la máscara y nos pondremos la sonrisa». Que gran reto nos propone está canción. Quitarnos la máscara de la indiferencia y ponernos la sonrisa, es posible que no podamos sonreír por medio de nuestros labios, pero lo podemos hacer por medio de nuestras palabras y acciones, por medio de la creatividad que Dios nos ofrece. No necesitaremos máscaras porque no nos ocultaremos, sino que seremos originales, no andaremos de prisa porque hemos descubierto que el tiempo es el único que nunca se recupera, pero que cuando se dedica se convierte en fecundidad. ¡El tiempo es el regalo para Divinizar a los otros!

Y ni la muerte nos impide cantar

Sin duda, algunos se han adelantado en esta peregrinación «y los vamos a extrañar, con su dulce recuerdo siempre vamos a cantar», porque la muerte no es el fin, es el comienzo de la etapa definitiva: la vida en Dios. Ni la muerte nos puede separar, porque seguiremos guardando en nuestros recuerdos la presencia bondadosa reflejada en tantos hombres que se entregan con generosidad por sus familias, amigos o hasta por desconocidos.

En síntesis, el itinerario que se nos propone es este: el dolor nos hace compañeros de peregrinación y por momentos puede ocurrir el miedo, pero tendremos el amor que es el antídoto ante aquel sospechoso que habita en el corazón. Una expresión del amor es el abrazo que es signo de comunión, pero también lo es la sonrisa que es signo de afecto y originalidad. Y todo lo anterior nos ofrece esperanza porque ni la muerte nos puede separar de aquellos a quienes deseamos abrazar. ¿Te atreves a vivir este camino? ¡te espero!

Aquí les dejo canción, ¡no dudes en escucharla!

1 comentario en “¡Yo te abrazaré!”

  1. Ruth beatríz Velasquez

    Es muy enriquecedor encontrar temas como este que nos ayudan a crecer como personas en nuestra espiritualidad, nos quitan las vendas de nuestros ojos, nos ayudan a ver qué la vida es más que solo respirar, es saber que hay un sin número de cosas que nos hacer vivir y soñar. Este tema también me ayuda a recapacitar que no debo dejar anidar el miedo en mi corazón, que debo seguir abrazando para seguir en comunion con el necesitado o que tal vez sea yo ese necesitado. Y me encantó esa frase ni la muerte nos puede separar de aquellos a quienes queremos abrazar. Un fraternal abrazo fredy. El señor siga bendiciendo e iluminando tu vida y tu ministerio

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