Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002)
Religioso (+ 1667)
Nace en Corleone, junto a Palermo, en la isla de Sicilia. Fue un muchacho de gran estatura y evidente fuerza física, lo que le llevó a pensar que lo suyo era la profesión de soldado. Era de carácter arisco y pendenciero y muy pronto olvidó los principios de su educación cristiana. Se llamaba en el siglo Felipe Latini. Había nacido el 6 de febrero de 1605.
Su conversión se debió a la crisis espiritual abierta en su alma luego de que en una pendencia matase a un hombre y fuese encartado por la justicia. Se acogió al derecho de asilo de la Iglesia y así se libró de mayores consecuencias. Pensó entonces en cambiar de vida y consagrarse a Dios en la orden capuchina, donde ingresa en el convento de Caltanisetta.
Luego de una larga probación, los superiores lo admiten a la profesión religiosa como hermano lego, desempeñando los servicios que se le pidieron con gran dedicación y humildad. Su cambio espiritual fue radical. Comenzó a andar con pasos firmes por la senda de la vida interior, llegando a gran altura en la vida de oración y favoreciéndole el Señor con numerosos éxtasis, que atrajeron las miradas de todos hacia él. Su humildad y caridad notabilísimas lo señalaban ante los fieles como verdadero siervo de Dios, y comenzaron a circular historias acerca de curaciones efectuadas por él, por lo que muchos enfermos venían a encomendarse a sus oraciones. Devotísimo de la eucaristía, comulgaba diariamente, logrando licencia para ello pese a la costumbre de su tiempo. Era no menos intensa su devoción a la Virgen Inmaculada. Habiéndose tomado en serio la vocación cristiana y religiosa, trató en todo instante de vivirla con todas sus consecuencias.
Después de treinta y cinco años de vida religiosa, fray Bernardo entregó su alma a Dios el 12 de enero del año 1667, siendo beatificado por el Papa Clemente XIII el 28 de abril de 1768.
Era uno de los más antiguos beatos sin canonizar pero finalmente ha sido inscrito en el catálogo de los santos por el Papa Juan Pablo II el domingo 10 de junio del año 2001.