Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado
Que mi Amado para mí
Y yo soy para mi amado
Cuando el dulce cazador
Me tiró y dejó herida
En los brazos del amor
Mi alma quedó rendida,
Y cobrando nueva vida
De tal manera he trocado
Que mi amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Hirióme una flecha
Enherbolada de amor
Y mi alma quedó hecha
Una con su Criador;
Ya yo no quiero otro amor,
Pues a mi Dios me he entregado,
Y mi amado para mí
Y yo soy para mi Amado.
Autora: Santa Teresa de Jesús de Ávila (1515-1582).
De: Obras completas. Biblioteca de Autores Cristianos, S.A. Madrid 1986. págs. 654-670