Por: Biblioteca de Autores Cristianos | Fuente: Año Cristiano (2002)
Asceta (f s. v)
En la famosa Isla Tiberina de Roma hay una iglesia dedicada a San Juan Calibita que es fama alberga las reliquias del santo.
Esta iglesia desde el s. XVI está confiada a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que construyó a su lado un hospital con el nombre del santo, el cual ha sido durante siglos la casa madre de la congregación italiana de la Orden y también de toda ella desde que la española desapareció con la exclaustración de 1835 hasta el traslado de la Curia Generalicia de la Orden a la Via della Nocetta.
San Juan Calibita no era romano sino de Constantinopla y se dice que en su juventud había dejado la casa paterna para ir a vivir con los monjes llamados acemetas, o que no duermen, porque continuamente cantaban las alabanzas divinas en la iglesia, en un monasterio de Bomon en el Bosforo. Pasados unos años, Juan volvió a su casa paterna, y por la pobreza de sus vestidos parecía un mendigo, de forma que no fue reconocido por su familia. Él no reveló su identidad y se quedó a vivir en una choza —de ahí su nombre de Calibita— junto a su casa, siendo solamente en la hora de su muerte, hacia el año 450, cuando reveló su identidad por el códice áureo del Evangelio que tenía consigo. En esta choza había edificado a todos por su ascetismo y hondas virtudes. El sitio de la choza fue el de su entierro y luego se edificó allí una iglesia, desde donde sus reliquias fueron llevadas a Roma.